Lo habitual es tener múltiples fuentes generadoras de datos y de muchas naturalezas distintas. Muchos de esos datos los guardamos, por si acaso. ¿No dicen que es el petróleo del futuro? Los tenemos alojados en diferentes repositorios, habitualmente repartidos geográficamente y con arquitecturas variadas, con conectividades, políticas de acceso y de explotación no coincidentes y con disponibilidades que no son siempre las deseadas. Todo eso pasa y es el día a día. Nosotros a eso lo llamamos ruido.
¿Pero podríamos encontrar formas que al igual que en una composición musical armónica, los representara de manera “interpretable” ? ¿Colocar los datos como si fueran notas sobre un pentagrama? y por ello ver nuevas realidades? Esto nos hace compararlo con música.
Te invitamos a bucear en algunas casuísticas a ver si te identificas con alguna de ellas y a partir de ahí te proponemos horizontes nuevos. Recalcar que estos ejemplos son públicos y plenamente interactivos para que “enredes”.